Anos 60

El descubrimiento de Praia do Rosa

El lugar encantador que conocemos hoy no pasaba de un pequeño pueblito de pescadores, que a partir de la década del 60 comenzó a ser “descubierto” por hippies y surfistas que buscaban las mejores olas y la tranquilidad de la naturaleza. Conocida hasta entonces como “Praia do Porto Novo” (o sea, “Playa del Puerto Nuevo”), la localidad pasaría a cambiar de nombre gradualmente debido a la famosa receptividad con la que el Sr. Dorvino Manoel da Rosa – propietario de tierras a la orilla del mar – recibía los “turistas”, los cuales, cautivados con su acogedora recepción y simplicidad, pasaron a llamar al local cariñosamente de Praia do Rosa ( o sea, Playa del Rosa).

Anos 70

Las vacaciones que cambiarían nuestras vidas.

En medio a la explosión de turistas que invadieron Praia do Rosa en la década del 70, el destino quiso que dos jóvenes se conocieran en cuanto pasaban vacaciones de camping por acá. Fue en el año 1976, que el Sr. Emanuele Cifali arribó en este paraíso y, con el espíritu aventurero que lleva hasta los días de hoy, inició lo que se iba convertir en la historia de la familia Cifali en este lugar encantador. Incluso con el paso de los años y la llegada de las hijas, Praia do Rosa seguía siendo el lugar preferido para las vacaciones familiares, que en aquella época tenían el honor de ser acogidos en la casa del Sr. Dorvino da Rosa, si, el mismo, que dio origen al nombre de la playa.

Anos 80

Un sueño hecho realidad

El sueño de vivir en este lugar mágico no tardó en hacerse realidad. Ya a principios de los años 80 comenzó la construcción de la primera casa de la familia Cifali en Praia do Rosa, en el mismo terreno que hoy alberga el Village. No siempre hubo una visión comercial de este lugar especialmente elegido por nuestra familia para llamar hogar, pero el aumento exponencial de la población llevó al desarrollo de numerosas actividades y comercio local, como bares, restaurantes y supermercados, hecho que despertaría el espíritu emprendedor de la familia. Pronto, Praia do Rosa se convertiría en uno de los puntos más concurridos de la costa catarinense, ganando incluso proyección internacional.

Anos 90

Vivir en el paraíso, ¿y por qué no?

La idealización del Village como empresa familiar nacería recién en 2003, antes, todavía en los años 90, el terreno estaba ocupado por una sola casa, el refugio de la familia Cifali. La casa se utilizaba como refugio de vacaciones y también algunos fines de semana, cuando podían escapar del intenso movimiento de la gran ciudad. El Sr. Emanuele se centró en su carrera de metalurgia y pavimentación, mientras sus dos hijas mayores terminaban sus estudios. La vida en Porto Alegre iba bien, pero nada comparado con la paz y la tranquilidad que encontraban cada vez que volvían a Praia do Rosa. Aquí, la familia hizo muchos amigos a lo largo de los años, incluido el ama de llaves de la casa de la playa, Célio, que ha trabajado en el Village durante más de 30 años. Y también es un orgullo poder decir que, como él, otros varios colaboradores siguen trabajando con nosotros desde la inauguración del condominio. Toda esta buena energía que sólo encontramos en este bendito lugar hizo que, a principios de los años 2000, la familia Cifali decidiera dejar atrás la vida de la capital y trasladarse definitivamente a Praia do Rosa, iniciando el proyecto que más tarde se materializaría en el condominio Village.

Anos 2000

Village, más que una empresa: un estilo de vida

El cambio de milenio llegó con todo para la familia Cifali, y ya a principios de 2001 comenzaron a construirse las primeras casas del condominio Village, transformando aquel terreno que un día albergó humildemente sólo una casa de playa en la más reciente empresa familiar de Cifali, ahora en el negocio hotelero. El comienzo fue modesto, con sólo cinco casas (actualmente el condominio cuenta con 16), pero desde el principio la familia sabía lo que quería: un entorno para disfrutar de momentos de ocio con una estructura centrada en el bienestar, planificada para ofrecer a los huéspedes momentos de alegría y relajación en contacto con la naturaleza, con la verdadera intención de hacerles sentir como si estuvieran en su propia casa de la playa. Esta era, y sigue siendo, nuestra misión!

La actualidad

Praia do Rosa, con su inconmensurable belleza natural y su clima encantador es el escenario que la familia Cifali eligió para escribir su historia. Después de las primeras 5 casas, llegaron 11 más, acompañadas de la pileta semiolímpica y la cancha de tenis, una pasión de la familia. Pero, fue en el año 2012 cuando se puso en práctica uno de los proyectos más audaces del Sr. Emanuele: la construcción del Área Bem-Viver, un espacio de más de 440m² planificado para ofrecer a los huéspedes una experiencia de confort a su máximo nivel. Las obras finalizaron en 2016, pero el Village aún tenía fuerza para crecer más y, en 2017, se inauguraron 5 suites, alojamientos con un estilo orientado a las parejas. Tuvo tanto éxito que, en 2018, se construyeron 8 más, totalizando en 2019, 13 suites y 16 casas en el condominio Village.

Sí, el año 2019 llegó en medio de varios obstáculos y metas, donde el escenario de la economía del país no era prometedor, pero el equipo del Village estaba listo para enfrentar cualquier crisis. Pero desconocíamos que no había forma de prepararse para la peor de ellas: la ausencia de nuestro valiente fundador como consecuencia de un grave problema de salud. Lamentamos mucho el alejamiento del Sr. Emanuele, que, además de ser un líder nato, es un gran amigo y consejero de todo el grupo de colaboradores, pero si hay una lección que hemos aprendido de él es: no rendirse nunca. Y así seguimos una temporada más, con mucho ánimo y amor en nuestros corazones, decididos a ofrecer siempre la mejor experiencia a nuestros huéspedes.

¡Disfruta y sentite como en casa!